Los errores en las cartas de reclamación o queja son muy fáciles de cometer. Cuando escribimos una carta de reclamación, tratamos temas que nos afecta de forma directa y de manera perjudicial. Por ello es muy frecuente que nos dejemos llevar por la parte emocional y no tratemos con educación al destinatario. Los errores más frecuentes son:
- Confundir actuaciones en caso de negativa con amenazas. Una cosa es que expliques las vías que vas a seguir si no recibes una respuesta como puede ser denunciar el caso a asociaciones de consumidores y otra cosa es que se propinen insultos o amenazas
- Tratar de manera descortés al destinatario
- No organizar la información: hay que hacer un borrador con lo que se desea transmitir y escribir las partes de la carta de reclamación diferenciadas. A veces escribimos una carta de reclamación en caliente sin pensar bien lo que queremos decir. Si no seguimos este consejo podemos caer en el error de que la carta no se pueda entender y no lleguemos a una solución
- No fijarse una meta: si lo que deseamos es llegar a una solución, primero debemos pensar qué solución queremos tener. En caso contrario, caemos en el error de divagar en la carta e, incluso, llegar a contradecirnos.
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