La carta comercial es un documento de carácter formal mediante el cual dos entidades o personas tratan sus asuntos comerciales en cuanto a la gestión de productos y servicios. Todas las partes de cuna carta comercial deben estar correctamente redactadas para que surjan los efectos que se pretenden con ella, pero especialmente los saludos en las cartas comerciales tienen una gran importancia, ya que de ellos depende la imagen que se da y la confianza que puede conseguirse o no con el interesado para ganar su interés.
Cómo saludar en una carta comercial
Con independencia al tipo de carta comercial que se trate, el saludo comercial es probablemente la forma más sutil para conseguir el objetivo deseado. Y, dependiendo del motivo el tipo de escrito comercial puede ser diferente. Algunos de los pasos que tenemos que seguir para saber cómo saludar en una carta comercial son los siguientes:
- Si el deseo es impresionar, hay que evitar abreviaturas tales como "Sr.", "Sra.", "Sres." A pesar de que estas expresiones son muy utilizadas en una carta comercial, es mucho más elegante hacer caso omiso de ellas porque se marca la diferencia.
- Dependiendo de quién sea el destinatario, hay diferentes saludos o tratamientos de cortesía, algunos de ellos han caído en desuso pero los más recomendados son:
- Estimado señor, estimado proveedor, estimado cliente, estimados amigos/as.
- Muy señor nuestro, muy señores míos.
- Apreciados clientes, proveedores, amigos/as.
- Querido amigo o amiga.
Este tipo de encabezados de cartas son mucho más prácticos porque evidencian una cortesía personal a la vez que respetan el ámbito comercial. Otras frases para encabezar un escrito en la carta comercial para dar respuestas a conversaciones ya iniciadas son:
- En cumplimiento a, en relación a, en respuesta a su escrito.
- Le confirmo, le reitero, le comunico.
- Por la presente, por medio de.
- Tengo el placer de informarle, una vez leído el escrito.
Por tanto, es muy importante recordar las características de la solicitud que se trata y su motivo, ya que no es lo mismo una solicitud que una reclamación. Igual de importante es fijarse en en el papel o la función desempeñada por el destinatario porque el tratamiento puede ser diferente para ganarse su empatía.
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